Unos han decido ahorrar y no coger nada aún, y de los que han comprado, algunos han elegido traer un libro a clase o poner música mientras se trabaja. La mayoría ha elegido cambiarse de sitio por un día.
Todos estaban felices mirando el menú y contando las monedas de sus cofres para saber en qué podían gastárselas.
Pero, para hacer honor a la verdad, tengo que contar una anécdota protagonizada por Lizzel que me ha tocado el corazón... Ufff ha hecho que se me saltaran las lágrimas.
Era la que más tenía, podía haber comprado varias cosas para ella y en cambio escoge una de las cosas más caras (que es librar a un compañero de los tiburones) y me dice "yo quiero comprar salvar a Bilal de los tiburones"
Oooohhhh, me ha dejado sin palabras... 😍. Y cuando le he preguntado que si no quería nada para ella, pues aún tenía para comprar más, me ha dicho que no, que solo quería eso.
Escuchar algo tan grande de una niña tan pequeña te deja muy tocado.
Ojalá podamos aprender de tu gran corazón, no cambies nunca. Me siento orgullosa de haber formado parte de tu travesía por el mar de la vida.
Sinceramente estoy muy orgullosa de trabajar con todos estos niños y niñas. ¡Son geniales!
Os dejo algunas fotos de la compra
